Cuando vamos a comprar nuestro cachorro, la mayoría vamos con un objetivo, tener un perro espectacular, que llame la atención de todo aquel que lo vea y que cuando lo presentamos en una exposición monográfica, nos quede en primer lugar para tener la satisfacción de que nuestro perro ha ganado un trofeo. Y como no, cada vez que miremos nosotros hacia él, estemos orgullosos viendo lo precioso que es, admirando su inteligencia, carácter, o forma de ser... ese es el sueño de muchos, y la realidad de muy pocos. Sí es cierto que podemos comprar un cachorro el cual en su edad adulta nos dé este tipo de alegrías, pero el que compra ese cachorro es por el simple motivo de que a su criador por error se le ha escapado... tampoco decimos con esto que todos los cachorros que se venden son malos, puesto que no es así, ahora mismo nos referimos a comprar un cachorro que en su edad adulta resulte un "crack".
El conseguir un perro de esas características, si ya es bastante difícil para un criador, cómo de difícil será para un comprador, por lo tanto, la forma más segura de tener un perro así, es criándolo nosotros.
Todo aquel que se vea identificado en el primer párrafo, le diría que se planteara la adquisición de un macho, ya que el no conseguir sus objetivos, provocará el incitar a adquirir otro macho para ver si con el segundo tiene más suerte, y no es cuestión de suerte, es cuestión de crianza.
Un buen macho para competir con él, o lo hace uno mismo, o le será bastante difícil el conseguirlo. El adquirir un macho, el cual tenga una excelente línea de sangre, pero que estructuralmente tenga muchas limitaciones, será causante de que a ese perro no le saquemos todo el partido que pudiéramos sacar, o nos gustaría sacar. No siendo igual con una hembra, con la que podemos seleccionar el macho que mas nos guste y mejor le pueda ir a nuestra perra para corregir defectos en la cría.
Es evidente que no es intención de todos el criar, pero hay que tener presente que si quieres tener un buen ejemplar, lo tendrá que hacer uno mismo, ya que nadie lo va hacer por él. Lo más importante para un buen criador, es tener una excelente reproductora, y para ser una excelente reproductora, no tiene por que haber ganado ninguna exposición monográfica, hay excelentes reproductoras que en una exposición monográfica han quedado siempre en último lugar.
El que quiera iniciarse en esto de la cría del perro de pastor alemán y diga: "me gusta esto, voy a comprar un macho para iniciarme y así en un futuro, cuando aprenda, quizá realice alguna cría"... personalmente creo, que si hay alguien que piense así, comete un error bastante grande, invitándole a adquirir una hembra, ya que para aprender, no hace falta ni macho, ni hace falta hembra, lo que hace falta son ganas e interés por aprender. Pero en el supuesto caso de que le guste este mundillo, con las buenas y malas cosas que tiene, comprenderá que el haber adquirido una hembra, habrá sido un acierto, ya que le sacará más utilidad que a un macho.
Queda claro que el macho es más espectacular que la hembra (sin intención de entrar en debate de machismo), pero la masculinidad en estos animales llama mucho más la atención que la hembra. Por lo tanto debemos comprar el cachorro con perspectivas de futuro. Bien si nuestra intención es disfrutar y posiblemente criar, o bien si el perro lo queremos únicamente para disfrutar, adquiramos el mejor ejemplar que este a nuestro alcance y no el mas "Barato"
Artículo escrito por Carlos Moral
Rosario 1 de Octubre del 2008